Talleres Santa Orosia es más que un referente en la reparación multimarca de chapa y pintura en Zaragoza. Con la seriedad y el buen hacer como señas de identidad, su cartera de clientes no ha dejado de crecer desde 1989, cuando Jesús Garrido y Ángel Millán pusieron en marcha el negocio. Más de 30 años después, sus profesionales siguen buscando la excelencia en cada una de las reparaciones que realizan. Y para lograrlo, desde hace poco tiempo cuentan con la ayuda de MoonWalkTM, la solución automatizada de PPG para la sala de mezclas de pintura, rápida, limpia y fácil de usar que, además, permite al taller ahorrar en tiempos y materiales.
Ofrecer un buen servicio. Ese ha sido una de las máximas de Talleres Santa Orosia desde 1989, año en el que Jesús Garrido, pintor, y Ángel Millán, chapista, pusieron en marcha este negocio de reparación integral de automóviles que, en la actualidad, en su segunda ubicación, cuenta con unas instalaciones de 3.000 m2. Desde ellas prestan servicio una veintena de profesionales, entre ellos seis pintores, a los que se ha sumado recientemente una nueva ‘compañera’: MoonWalkTM de PPG.
“Apenas lleva con nosotros quince días, pero lo que puedo decir es que, en este poco tiempo, nuestros pintores están muy contentos con MoonWalk”, destaca Jesús Garrido que, a sus 73 años, todavía sigue pendiente del negocio. “Debería estar ya jubilado, pero aún me gusta entretenerme por aquí”, apunta Jesús, que comparte gerencia desde el fallecimiento de Ángel Millán, con el hijo éste, Javier Millán, formado desde los 16 años en la empresa y con la misma dedicación y entrega que los socios fundadores.
Mezclas mejoradas
Para conocer con más detalle la experiencia de Talleres Santa Orosia con el sistema automatizado de mezcla de pintura de PPG, uno de sus pintores más veteranos, Carlos Borobia (17 años en la empresa) nos comenta: “Esta herramienta no tiene nada que ver con las máquinas que teníamos hasta ahora. Es otro nivel. Hace aún poco tiempo que está con nosotros, pero desde que la usamos las mezclas de pintura han mejorado mucho en cuanto a aplicación, cubrición… También hemos notado un importante ahorro de materiales, ya que hemos reducido drásticamente los desperdicios y, además, aprovechamos al máximo los envases de los productos. Con las máquinas manuales siempre queda algo de producto en ellas y, gracias a MoonWalk, eso ya no nos ocurre”.
Otras ventajas que Carlos Borobia apunta de MoonWalk son su limpieza y que permite hacer la cantidad justa de pintura para cada reparación. “Es muy precisa. Si necesitamos 50 gramos de mezcla para pintar una moldura ya no tenemos que hacer 200 gramos para que el color no se vea afectado. Definitivamente, MoonWalk es muy útil”, concluye.