La tecnología de PPG, en el corazón de los rojos de Ferrari

El célebre ‘Rojo Ferrari’ ni se llama así ni es un solo color, ya que la marca de automóviles, una de las más conocidas en todo el planeta, ofrece actualmente a los clientes en su catálogo una gran variedad de tonos de rojo para adaptarse a todos los gustos. Y lo hace apoyándose en la tecnología Low Cure Clear Coats de PPG, proveedor oficial de los recubrimientos de las carrocerías de los vehículos de la firma de ‘Il Cavallino Rampante’.

Ferrari es famosa en el mundo tanto a nivel de competición como por su espectacular catálogo de automóviles ‘de calle’. La marca fundada por Enzo Ferrari, primero para patrocinar a pilotos aficionados de Módena y después convirtiéndose en constructor de vehículos, goza de gran fama desde hace décadas y uno de sus rasgos más distintivos es, sin duda, su clásico color rojo, todo un icono de la industria de la automoción a cuyo desarrollo también contribuye hoy PPG.

Y es que detrás de todos estos acabados se encuentra hoy la tecnología de pintura basada en el sistema Low Cure Clear Coats de PPG, proveedor oficial de Ferrari desde 2018. Se trata de un barniz que permite secar a 100ºC en lugar de a 150ºC, lo que reduce de manera considerable el consumo de energía en la factoría de la marca italiana.

El famoso ‘rojo Ferrari’

A pesar de que medio planeta conoce el famoso ‘rojo Ferrari’, lo cierto es que esa denominación no ha sido nunca empleada por la marca ni por sus proveedores para denominar a su particular tono de pintura. De hecho, únicamente se trata de un apelativo acuñado por el uso intensivo que la marca hace de este color, y que correspondía a los automóviles italianos que competían en carreras ya desde principios del siglo XX. Y todo cuando, curiosamente, los dos primeros Ferraris, el 125 S y el 125 F1, que salieron a la pista en el Gran Premio de Mónaco de 1950, eran de color burdeos.

No obstante, el Rosso Corsa, nombre auténtico del ‘rojo Ferrari’, estaba presente en el 85% de los Ferraris que se producían a principios de la década de 1990. Y aún hoy, este rojo ‘clásico’ predomina aproximadamente en la mitad de los pedidos de los clientes de la marca. Y es que el Rosso Cosa, color pastel, fuerte y vibrante, sigue cautivando a los clientes del constructor de vehículos transalpino que, sin embargo, pueden optar por otras ocho tonalidades de rojo.

Los rojos más allá del ‘Rosso Corsa’

El Rosso Scuderia, utilizado a menudo por el equipo de Fórmula 1, es el siguiente en las preferencias de los ‘ferraristas’: es muy similar al Rosso Corsa, pero un poco menos animado. Su nacimiento se remonta a la gloriosa etapa de Jean Todt al frente de la Scuderia, con Michael Schumacher como primer piloto. Entonces, Ferrari adaptó su tradicional Rosso Corsa hacia un tono algo más claro y más parecido al rojo empleado por Marlboro, por entonces su principal patrocinador.

Luego está el Rosso Dino, que se usó por primera vez con el Dino 206 GT, allá por los años 60. A medio camino entre el rojo y el naranja, y siendo el tono más claro de todos los rojos, rinde homenaje al modelo y los motores que llevaban de nombre el apodo del hijo primogénito de Enzo Ferrari.

Eso, en lo que se refiere a los tonos pastel. Ya entre los metalizados encontramos otras tonalidades como el Rosso California o el Rosso Portofino, que nacieron con sus respectivos modelos. El primero tiene toques iridiscentes y es visiblemente más oscuro que la mayoría, siendo uno de los tonos más fuertes del catálogo y cercano a los primeros tonos de rojo empleados por la firma de Maranello.

Por su parte, el Rosso Corsa Met se lanzó en 2015 con el Ferrari 488 GTB para crear una alternativa (más perceptible a la luz) al rojo más solicitado. Mientras, para conmemorar el 70 aniversario, Ferrari creó en 2017 el Rosso 70 Anni. El Ferrari 812 Superfast fue el primero en lucir este color particularmente intenso.

Y para celebrar los 1.000 Grandes Premios de F-1, se presentó el Rosso Mugello, un rojo mucho más oscuro que el tono clásico y que se llama así en homenaje al circuito de Mugello, trazado ubicado en la Toscana y que es propiedad de Ferrari. Definido por la marca italiana como uno de sus tonos más profundos, no es tan oscuro como los Rosso Portofino y Rosso California.

Por último, el Rosso Fiorano es otro tono que debe también su nombre a un circuito. En este caso, a la mítica pista de pruebas que se haya en las propias instalaciones de la factoría de Maranello. Es el rojo más oscuro de todos los de la marca.