La pintura tiene mucho que mucho que aportar en el objetivo de hacer realidad una conducción autónoma más segura. El fabricante de pintura PPG es consciente de ello, y ya trabaja en el desarrollo de recubrimientos específicos adaptados a las necesidades de los vehículos autónomos y eléctricos.
Los negros y grises son algunos de los colores preferidos de los conductores en todo el mundo. Pero cuando pensamos en el coche autónomo, dichos acabados plantean ciertos retos, ya que las superficies oscuras absorben mucha más luz que las blancas y ello interfiere en la forma en la que las señales infrarrojas emitidas por los sensores de los coches autónomos son devueltas. ¿El resultado? Los vehículos que visten estos acabados son menos visibles para los coches autónomos, y ello plantea un problema en términos de seguridad vial y despliegue de esta tecnología.
PPG, fabricante de recubrimientos líder en la industria de automoción, tiene la solución a este problema. Gracias a la investigación de su área de recubrimientos para la industria aeroespacial, ha desarrollado una pintura que hace visibles los coches a los ojos de los vehículos autónomos. Ello es posible incorporando una capa específica en el acabado que permite reflejar las señales de los señores antes de que sean absorbidas a nivel más profundo.
Esta novedosa tecnología de acabados para vehículos autónomos, así como sus propuestas de recubrimientos para las baterías que se emplean en vehículos eléctricos e híbridos, y que ayudan al control de la temperatura en dichos dispositivos, son algunas de las novedades que podrán conocer los visitantes del Salón Internacional del automóvil de Norteamérica (NAIAS), del 14 al 28 de enero, en Detroit. Asimismo, PPG trabaja en soluciones y recubrimientos para otros de los desafíos a los que se enfrentan los vehículos autónomos, como mantener sus sensores y cámaras libres de nieve, hielo y suciedad.