En Estados Unidos, los “Roadster” levantan pasiones. Nos referimos a esos automóviles de dos plazas con carrocería descubierta y compartimiento trasero para equipajes -a veces reconvertido en una plaza auxiliar con respaldo abatible-, y cuyo parabrisas se suele poder abatir sobre el capó.
Tal es la aceptación que tienen entre los aficionados al mundo del motor que anualmente se entrega un premio al Roadster más bonito de América, el AMBR (America’s Most Beautiful Roadster), coincidiendo con una conocida concentración monográfica (Grand National Roadster Show -GNRS-), que este año ha tenido lugar a finales de enero en California.
El merecedor del máximo galardón que puede ganar un coche de carreras tipo Roadster en 2015 ha sido una pequeña joya firmada por el especialista Bobby Alloway. El propio Alloway eligió la tecnología de los productos PPG Refinish para lograr el acabado que convenció a los jueces y aficionados congregados en California: un negro brillante por el que se extienden brillantes lenguas de fuego naranja a lo largo del cuerpo del coche.
El “Maestro del negro” confía en PPG Refinish
Alloway, conocido como el “Maestro del negro” debido a que este color impregna la mayoría de sus creaciones, usa exclusivamente productos PPG. El excepcional acabado del vehículo ganador del AMBR 2015 se ha conseguido utilizando productos de la familia DELTRON y un barniz específico de la marca.
Vinculado desde hace años a la personalización de automóviles, Alloway no deja de recibir premios por sus obras, inconfundibles gracias a la combinación de color, proporción, presencia y el poder que desprenden. Seguro que éste no es el último premio que recibe por una obra realizada con productos PPG.
Más premios, más productos PPG
Alloway no fue el único de los artistas del repintado galardonados en la última edición de la GNRS. Randy Borchering, del taller Cypress, en Texas, y Dave Kindig, del Kindig-It Design, en Salt Lake City, obtuvieron sendos premios. Borchering, que lleva 25 confiando en la tecnología para el repintado de carrocerías de PPG, por un Hudson en dos tonos de 1947 para el que utilizó aparejos epoxy y de poliester PPG y en el que también se sirvió de la versatilidad del sistema DELTRON. Por su parte, Kindig recibió premios por su trabajo en un Dodge de 1934 y un Phantom Fleetside de 1950 en los que se recurrió a las ventajas del sistema ENVIROBASE HIGH PERFORMANCE y las excelentes propiedades de los barnices PPG.
Nuestros clientes hacen que la pintura PPG brille. Tal y como comentaba a la prensa especializada que cubría el evento el responsable de marketing de PPG Refinish John Parran, ”estamos orgullosos de nuestros productos, pero aún más de lo que nuestros clientes son capaces de hacer con ellos.
"Felicitamos a los ganadores por estos fantásticos trabajos y esperamos ver pronto aquellos que ya están soñando con materializar”.